A pesar de haber nacido en los Países Bajos, los años formativos de Rachael se forjaron en Canadá antes de que decidiera volver a sus raíces hace algunos años. En su actual posición como Directora de Cuentas Clave Globales dentro del sector de Bienes de Consumo, Rachael infunde al grupo familiar de Hellmann en los Países Bajos un espíritu fresco y vigorizante, contribuyendo a la dinámica del equipo con sus diversas experiencias y conocimientos.

Hola, Rachael, ¿qué te motivó a mudarte a Ámsterdam?

Rachael van Harmelen: Antes de mudarme a Ámsterdam, ya había vivido en París durante un año y medio. Aunque esa ciudad era encantadora, era hora de seguir adelante y centrarme en construir mi carrera. Al mismo tiempo, quería establecerme permanentemente en Europa. La oportunidad que me ofreció Hellmann no podría haber llegado en un momento más oportuno.

Optar por Ámsterdam fue una decisión consciente motivada tanto por consideraciones personales como profesionales. Ansiaba la atmósfera vibrante de una ciudad grande e internacional, y Ámsterdam encajaba perfectamente. Además, desde un punto de vista profesional, Ámsterdam surgió como una elección ideal debido a su condición de centro neurálgico para varios modos de transporte: aire, mar, carretera y ferrocarril.

¿Te ha resultado fácil integrarte en tu nuevo entorno laboral y el país?

Rachael van Harmelen: Creo que tuve cierta ventaja en esta ocasión, especialmente en comparación con cuando me mudé a Francia, dado que nací en los Países Bajos y ya tenía un buen entendimiento del idioma. A pesar de adaptarme bastante bien, familiarizarse con una nueva ciudad siempre lleva su tiempo.

En cuanto a la integración en mi trabajo y el equipo aquí en Ámsterdam, ha sido un proceso fluido. He tenido la suerte de trabajar con un grupo de colegas muy solidarios que han mostrado un interés genuino en asegurarse de que me haya instalado cómodamente y haya comprendido todos los aspectos de nuestro trabajo. ¡Me considero afortunada con el equipo aquí!

¿Qué es lo que más extrañas de tu hogar?

Rachael van Harmelen: Estar lejos de casa ha resaltado cuánto extraño a mi familia, especialmente a mis padres, naturalmente. También extraño a mi gato, la llamamos "Mouse".
En tono más ligero, hay momentos en los que se me antojan ciertos alimentos canadienses, especialmente la "poutine". Es una deliciosa mezcla de papas fritas, queso en trozos y salsa, una joya culinaria famosa originaria de Montreal. ¡Algo que no puedes encontrar en Ámsterdam!

¿Qué es lo que más te gusta de vivir en Ámsterdam?

Rachael van Harmelen: Ámsterdam está repleta de estos adorables cafés y restaurantes, sin mencionar esos pintorescos canales neerlandeses. Es un lugar realmente encantador para pasear y tropezar con joyas ocultas que nunca sabrías que existen. Hay una belleza subyacente que está esperando a ser descubierta.

Y hablemos de los neerlandeses y la lluvia: tienen esta actitud fantástica. Dicen: "No estamos hechos de azúcar", y rápidamente lo adopté. Los días lluviosos aquí son simplemente parte del trato, y he aprendido a resistir y disfrutarlos.
Lo que realmente aprecio de Ámsterdam es lo fácil que es moverse por Europa desde aquí. He aprovechado al máximo eso, explorando diferentes rincones del continente. Es una ventaja genial de vivir aquí, haciendo que cada día sea una oportunidad para nuevas aventuras, ya sea dentro de la ciudad o más allá de sus fronteras.

¿Cómo sería un día libre perfecto para ti en Ámsterdam?

Rachael van Harmelen: Bueno, mi día libre ideal comenzaría tomando el tranvía hacia la ciudad y yendo directo al Jordaan, esta zona genial en el oeste de Ámsterdam. Está repleta de museos, galerías de arte y todo tipo de cosas interesantes. Lo mejor es que en un día, puedo cubrir mucho porque Ámsterdam es una ciudad súper transitable. ¡Eso es lo que me encanta! Un día lleno de exploración, absorbiendo arte y cultura, todo a pie: ese es mi tipo de día libre perfecto.

¿Hay algo más que te gustaría agregar antes de despedirnos?

Rachael van Harmelen: Echo de menos a mis colegas de Hellmann Canadá y Estados Unidos. Pero al mismo tiempo, quiero agradecer a todos mis colegas en Europa por hacerme sentir tan bienvenida aquí. También estoy realmente agradecida de que Hellmann me esté dando esta oportunidad, porque es bastante única y es genial que hayan creído en mi potencial.

¡Muchas gracias por compartir tu historia con nosotros, Rachael!