"Es una forma de vida"

A primera vista, Esteban, Desarrollador de Software Senior, parece llevar una vida muy sencilla en San José de Costa Rica. En un día típico de trabajo, se levanta, comprueba su lista de tareas, se dirige al trabajo y gestiona todas las consultas de los clientes, haciendo malabarismos con varios proyectos diferentes a la vez y entrando y saliendo constantemente de las reuniones. Para la mayoría de las personas, este sería un día agotador. Pero para Esteban es sólo el principio.

Como competidor y animador multipremiado, Esteban entrena un mínimo de 4 veces por semana después del trabajo, junto con Tita, su novia. Además, como está estudiando un Máster en Gestión de Servicios de Información en la Universidad Nacional de Costa Rica, entrena una vez a la semana con el equipo deportivo de la Universidad. Por lo tanto, se puede decir que tiene las manos llenas, pero sin duda tiene la motivación necesaria para hacerlo. 

Ha heredado esta pasión por el deporte de sus padres, que, con más de 70 años, siguen entrenando varias veces a la semana; su madre nada y su padre corre hasta 8 km (~5 millas) tres veces por semana. Esteban admira mucho esto y se empeña en que el deporte sea accesible para todos, no sólo para los jóvenes. 

"Es como una forma de vida que continúa conmigo a lo largo de los años. Independientemente de las lesiones, de envejecer, de no poder entrenar exactamente como antes, sigues. Es importante verlo no como una etapa que un día pasará, sino como un estilo de vida". 


Al haber crecido en un hogar tan activo, el deporte siempre ha desempeñado un papel importante en la vida de Esteban. Cuando era más joven hizo gimnasia y a los 17 años se apuntó a un equipo de porristas, sobre todo por la curiosidad de ver cómo era el ambiente. Hizo muchos amigos gracias a este deporte y pasó varios años compitiendo en diferentes equipos.

A los 28 años, se unió a un equipo universitario y empezó como competidor en concursos internacionales, lo que le llevó a incorporarse más tarde a la Selección Nacional, donde ganó la plata en los Campeonatos del Mundo de 2010. Esteban había encontrado por fin su pasión, y además se le daba bien. 

En 2013, cuando cumplió 37 años, Esteban decidió que quería compartir esta pasión con su novia, así que dejó el equipo y se especializó en competencias de pareja. Compitieron juntos alrededor del mundo, desde Colombia hasta Corea, quedando en primer lugar en Las Vegas, Alemania y en la competencia The Open Europe, por nombrar algunas. 

Incluso cuando Esteban sufrió una gravísima lesión en el hombro en el año 2018 y tuvo que dejar de entrenar durante un año, esto no perturbó al dúo dinámico. Su compañera decidió competir con el Equipo Nacional mientras tanto y ganó el bronce en la Copa del Mundo. ¡Hablando de una pareja de poder! 


La pareja no tardó en volver a entrenar junta y sigue compitiendo con fuerza. Cuando le preguntamos cómo se las arreglan para vivir y trabajar juntos, Esteban comentó que se necesita mucha comunicación y perseverancia. Intentan evitar las disputas y resolver sus diferencias, lo que les hace más fuertes. 


Estas habilidades tienen un valor incalculable para Esteban como Desarrollador Senior, ya que siempre se esfuerza por mantener a sus colegas inspirados. Anima a su equipo, especialmente a los nuevos becarios, a seguir aprendiendo y a menudo habla de libros y artículos interesantes que ha leído para estimular conversaciones nuevas y enriquecedoras. Está convencido de que el aprendizaje continuo es esencial, especialmente ahora que los avances tecnológicos son tan rápidos:

"Ya no podemos estancarnos en ningún ámbito de nuestra vida, ya sea profesional, personal o deportivo. El proceso de aprendizaje tiene que continuar con uno mismo". 

Es una verdadera fuerza de motivación en Hellmann, manteniendo el espíritu de todos en alto y todos los ojos en el premio. Y no parece que vaya a parar pronto.

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