“Eso viene del corazón”

Gonzalo trabaja en el departamento de informática de Hellmann en Santiago de Chile, pero, cuando sale de su turno diario, el informático cambia el traje y el portátil por ropa de hip-hop y un micrófono.

Lleva más de 20 años escribiendo y componiendo sus propias canciones de rap. En Chile, es muy conocido bajo su nombre artístico NegroKal y sus canciones se pueden escuchar en todas las plataformas habituales.

Sus profesores descubrieron su talento desde una edad temprana debido a su impresionante capacidad para contar historias. A los nueve años empezó a escribir y ya en la adolescencia, inició su carrera como rapero.

"De adolescente, mi música me permitía expresar mis sentimientos y liberar la tensión y la ira, lo que me daba el equilibrio para ser un buen estudiante", recuerda.

Después de 20 años haciendo música, ahora puede contemplar con orgullo cuatro álbumes. Ha estado de gira por todo el país, inspirando a los jóvenes con sus letras. Para Gonzalo, el rap es una forma de luchar contra el crimen y la opresión con palabras y de superar la violencia. Lo demuestra en su canción "Esto tiene que acabar", inspirada en la muerte de una joven huérfana. Invita al público a ponerse en la piel de los niños maltratados y abandonados, arrojando luz sobre los problemas a los que se enfrentan y la urgencia de que el Estado haga algo más contra ese tipo de problemáticas.

Su compromiso no se limita a los conciertos o a la grabación de su música. También es miembro activo de su junta de vecinos. Nacido y criado en los suburbios de Santiago de Chile, creció rodeado de violencia y delincuencia juvenil. Hoy a sus 39 años, y como padre de dos niñas, quiere ayudar a los jóvenes de su comunidad:

"Quiero mostrarles que es posible salir de donde están y de los problemas que enfrentan, usando salidas pacíficas para sus sentimientos negativos". 

Su compromiso social comenzó en 2016, cuando el proyecto de urbanización de la ciudad incluía la demolición de un parque y un campo deportivo de la zona que estaban cubiertos de maleza. Esto desencadenó un gran movimiento en la comunidad. La gente organizó protestas y escribió a procuradores y ministerios. Gonzalo se unió a la protesta con sus canciones y conoció a muchos vecinos con ideas afines. Con su movimiento pacífico, consiguieron que la ciudad no construyera en los parques abandonados. En su lugar, los parques fueron restaurados para uso público. En la actualidad, Gonzalo es miembro activo de la "Junta de Vecinos Alberto Larraguibel". La asociación también organiza talleres de música y teatro para jóvenes, así como sesiones de entrenamiento para equipos de fútbol y baloncesto

Gonzalo es entrenador de fútbol del equipo en esta asociación y le encanta participar y retribuir a su comunidad: 

"Soy muy respetado en mi barrio. Saben que no busco un beneficio económico. Mi dedicación y el esfuerzo que estoy poniendo en esta labor social, todo viene del corazón."

Su pasión por ayudar a los demás también se manifiesta en el trabajo, donde todos conocen a Gonzalo, alias NegroKal, y admiran su música y su compromiso. Como supervisor de Informática, comprueba todos los días los sistemas de cada departamento para asegurarse de que todos funcionan correctamente, y siempre está disponible para ayudar a sus compañeros, resolviendo cualquier problema que puedan tener. Apoya a todo el equipo, permitiendo que todos los usuarios mantengan una comunicación activa, al igual que apoya a su comunidad.

Como experto en informática, rapero, trabajador comunitario, activista social y, sobre todo, hombre de familia, se puede decir que Gonzalo lleva muchos sombreros. La gente que le rodea se pregunta cómo consigue mantenerse tan motivado y dedicar todo su esfuerzo a proyectos tan importantes, pero él admite humildemente que es su forma de ser. 

"Hubo, por supuesto, momentos en los que me sentí abrumado por la responsabilidad, pero siempre me premia la satisfacción de ver los resultados, por eso lucho cada día por conseguir mis objetivos".

Con el apoyo de su mujer, sus amigos, su comunidad y por supuesto, su refugio a través de la música consigue volcar su energía en todo lo que hace y mantener el ánimo alto.

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